Juan!
Te agradeceria, puedas hacer un resumen de la obra Siameses* de Sergio Arrau, para poder incluirlo en el programa de presentacion de esta pieza teatral.
Gracias
Eduardo Navarro
* Tu opinion va a ser muy valiosa, para el resumen oficial.
Te agradeceria, puedas hacer un resumen de la obra Siameses* de Sergio Arrau, para poder incluirlo en el programa de presentacion de esta pieza teatral.
Gracias
Eduardo Navarro
* Tu opinion va a ser muy valiosa, para el resumen oficial.
dom, 31 mar 2013 a
las 22:53
Resumen argumental[1]
JA
040413
Sergio Arrau en la AAA durante la presentación de su libro "El Arte Teatral. Teoría y Práctica", junio 16 del 2010
Sinopsis
En el cumpleaños 24 de
las hermanas siamesas “Alicia” y “Almendra”, la primera de ellas ―ante los ojos de otra pareja de siameses: “Olga” y “Olegario”― asesina a
“Pablo”, hermano siamés de “Paul”, de una puñalada y sin que medie ―aparentemente―
ninguna provocación de éste[2]. Tal hecho no acarreará
consecuencias ―por lo menos, inmediatas― para aquella [se deja por asumido que
los hechos se desarrollan en la casa de las dos siamesas].
Análisis comentado
El texto[3] del chileno Sergio Arrau
es breve, unilineal aunque multi-temático y potencialmente crítico. En esa
medida, su valor residiría en dos aspectos: 1) en las líneas temáticas, y, 2) en la
posibilidad de metaforizar
aquellas. Una (probable) puesta en escena
tendría que superar la intrascendencia de la línea argumental y hacer visible
las alusiones, es decir, más que poner el énfasis en el relato, habría que ponerlo en el discurso, obviamente con los recursos propios del teatro.
El texto como relato
1
Así, un análisis
(dramatúrgico) del relato podría ―no
sólo― señalar que, por ejemplo, ambas hermanas son pasibles de ser
identificadas como pertenecientes a una “clase” económicamente alta [“pitucas”, como se indica en el texto] y
que los siameses “Paul” y “Pablo” pertenecerían a una “clase” económicamente
inferior [“indios”, como se señala en el texto]: mientras “Paul” es boxeador, “Pablo” en cambio trabaja en una
peluquería [el caso de la tercera pareja es peculiar, mientras “Olga” es
contadora, “Olegario” es chef de un restaurant que aquella administra; en esa
medida, económicamente están por encima del “boxeador” y el “peluquero” “indios”, pero
por debajo de las "pitucas"]. Ya veremos luego en el texto como discurso cómo
en esta triada de personajes [¿por qué tienen que ser tres?][4], se aludiría a las distancias/niveles sociales
[es decir, los de “arriba”, los de “abajo” y los del “medio”, o para decirlo
pertinentemente, los “propietarios” que no tienen que trabajar: “Almendra” y
“Alicia”, y, los (pequeño) “propietarios” que sí tienen que hacerlo: “Olga” y
“Olegario” y “Pablo” y “Paul”, aunque entre estas dos parejas últimas, la
diferencia de “caché” es determinante para no entenderlas como iguales, sino
más bien como diferentes/desiguales]. Por otro lado, también veríamos cómo en
estas tres parejas se estaría aludiendo a una serie de otros temas que
son parte de nuestra cotidianidad.
2
Cada una de estas tres
parejas ―en tanto estatuto ficcional― son en sí ―si no― unidades dialécticas ―por
lo menos― polaridades (básicas): mientras “Almendra” es cucufata y creyente,
“Alicia” es sensual y laica; mientras “Pablo” es ―en el mejor de los casos― delicado y sarasa, “Paul” es obviamente tosco y varonil; mientras “Olga” es mujer,
“Olegario” es hombre. Por lo menos, las dos parejas centrales
[“Almendra”/“Alicia” y “Pablo”/“Paul”], viven en lugares antípodas: la primera
en una barrio pituco que no se especifica en el texto, y los dos últimos en un barrio
popular como Comas[5]. En esa medida, a partir
de esta situación de partida habría que analizar los comportamientos manifiestos y latentes. Habría
que señalar entonces que este carácter esquemático ―no sólo― dota al argumento de concisión y elementalidad,
sino fundamentalmente lo inscribe dentro del género ―más que farsesco o
grotesco― de “juguete cómico”[6].
3
En el desarrollo del eje paradigmático[7] se plantean una cadena de temas desde dos modalidades o
niveles del relato: 1) desde la diégesis, en el sentido en el que lo
plantea Helena Beristáin[8] y, 2) desde la representación misma, en el sentido de
articulación de estructuras narrativas propias del teatro mismo. Más allá que
en el texto como discurso expliquemos ambas modalidades, por ahora sólo plantearemos
algunos temas[9]
desde el personaje o la pareja de personajes que los enuncian y desde el orden en que van apareciendo. Así:
El abuelo de las
siamesas [Almirante Besugo[10]] plantea: la Locura
[se cree el Almirante Nelson], y, la amenaza de un peligro en ciernes
[va en su barco rumbo a Trafalgar; el peligro es intuido por “Alicia”].
Las siamesas “Alicia” y
“Almendra” plantean: la imposibilidad de un entendimiento entre ambas
[mientras “Almendra” cree en Dios, “Alicia” confía en la ciencia; mientras
“Almendra” quiere entrar a un convento, “Alicia” quiere casarse; mientras
“Almendra” es una cucufata, “Alicia” es desinhibida], y consecuentemente la imposibilidad
de que cada una tenga una vida propia.
Los siameses “Paul” y
“Pablo” introducen: la brecha socio-económica con las siamesas
anfitrionas, en tono de comedia de situación, de farsa e incluso de grotesco
[mientras el varonil “Paul” intenta seducir a la cucufata “Almendra”, la
desinhibida “Alicia” lo intenta con el afeminado “Pablo”; mientras las siamesas
invitan tragos finos clásicos como whiskie, cognac, ron de Jamaica y tragos
femeninos franceses que “Pablo” acepta simplemente, “Paul” en cambio los rechaza por una bebida popular ícono: la cerveza];
La pareja de siameses
“Olga” y “Olegario” introducen: el oportunismo “trepón” del pequeño burgués
emprendedor que ellos esgrimen como “caché” social con su subsecuente trato
“por encima del hombro”, especialmente desde “Olga”; el racismo de lo no-indio hacia lo indio [“Pablo”
y “Paul” son de Ayacucho]; y la complejización in crecento del tono de comedia de situación a raíz de la ingesta
de licor que habría que entender como sinceramiento de los comportamientos
[así, tanto “Almendra” como “Pablo” intentan seducir a “Olegario”, “Alicia” sigue
intentándolo con “Pablo”, “Olga” y “Olegario” insultan al peluquero y al
boxeador], a tal punto que ―finalmente― “Alicia” introduce el tema del asesinato,
apuñalando a “Pablo” que luego muere y “Paul” por su propios medios se va al
Hospital para salvarse de la muerte; “Olga” y “Olegario” introducen el tema del espíritu de cuerpo que en término socio-económicos implica que entre pares se tapan todo. Por último, las tres parejas plantean en distintos
momentos del argumento y de maneras diferentes el tema existencial de ser
siamés [sospechamos que este es un tema tangencial a lo largo de todo el
argumento y viene acompañado por el otro tema tangencial: la locura; así, ambos
temas dotan entonces a las presencias escénicas de las dos
hermanas y la voz en off del Abuelo de un carácter ―digamos― “siamés”].
El texto como discurso
Todo aquel que pretenda
poner en escena este texto tendrá que encontrarle algún sentido que vaya más
allá de esta fiesta entre siameses. La literalidad es el punto de partida
propuesto por el autor dramático, más no debería ser el punto de llegada del
autor escénico, entiéndase la dupla conformada por el director y el grupo de
actores. Para que eso sea así, se debería asumir el texto como una metáfora de
una realidad distinta que es la que hay hacer visible para los espectadores.
Ayudaría mucho para comprender este proceso de metaforización ver, por ejemplo,
una película[11] y leer un texto teórico[12].
Por último, no perder
de vista que tras el paroxismo intenso y acelerado de la borrachera se manifiesta realmente lo que sienten y piensan los personajes; núcleo de verdad que el
alcohol deja aflorar con violencia y vehemencia y cuyo metamensaje es crudamente realista y político: en el Perú, las diferencias económico-sociales implican tal grado de violencia que el estallido del mismo ―en cualquiera de los bandos― es cuestión de tiempo. Antes de esa situación mortal, todo
ha sido y seguirá siendo un iluso e hipócrita “baile de máscaras”. Y ese núcleo de verdad se asienta en el
carácter de clase y de raza[13]. He allí el valor crítico y la contemporaneidad del texto de Arrau.
JA
050413
Notas
[1] Entendemos el argumento como
aquella cadena de acontecimientos unidos por una lógica causal que nos presenta
un devenir en donde a partir de una situación inicial “a” desembocamos en una
situación final “z”, en la cual nada debería seguir siendo igual. Es una
estructura narrativa que da cuenta de ese acontecer.
[2] Ya veremos luego, no sólo sí hubo o no una serie de provocaciones,
sino fundamentalmente en qué consistía el carácter de tales provocaciones.
[3] Según Desiderio Blanco y Raúl Bueno, profesores de semiótica de la
Universidad de Lima, todo texto es
susceptible de ser entendido como relato y como discurso (Véase, Metodología del análisis semiótico,
1983, p. 24).
[4] ¿Por qué tienen que ser tres personajes? Para una dramaturgia
psicologista es la cantidad adecuada, por aquello de los roles y juegos
(psicológicos) que ya estudió, por ejemplo, el Análisis Transaccional
[“Perseguidor”, “Víctima” y “Salvador”; véase James Muriel y Dorothy Jongeward,
Nacidos para triunfar. Análisis
Transaccional con Experimentos Gestalt, 1976, Fondo Educativo
Interamericano]. Sin embargo, preguntarse por las conveniencias de emplear un
número par, implicaría considerar como referencia el “matematexto” que Jean
Alter aplicara al análisis de “Esperando a Godot”, un texto con cuatro personajes, por más que haya un quinto del cual todos hablan: “Godot” y que finalmente nunca aparece en escena [véase, “Hacia el matematexto en el teatro” en André Helbo, Semiología de la representación, 1978,
Barcelona, Editorial Gustavo Gili].
[5] Decir Comas implica: migración, pobreza, basura, emprendimiento,
delincuencia, drogadicción, música chicha, pandillas juveniles, “terrucos”… No sólo es un territorio con cerros,
también implica una matriz de culturas y de cosmovisiones del mundo.
[6] Desconozco realmente en qué año Sergio Arrau escribe este texto pre-escénico. Pero más allá que
luego tenga o no la certeza de la fecha, este texto como escritura dramática es
análogo a algunos textos que como juguetes cómicos y/o farsas escribiera
Sebastián Salazar Bondy (1924-1965).
[7] Para efectos del análisis, todo texto
pre-escénico se puede descomponer en sus dos dimensiones fundamentales: las
cadenas de acontecimientos y las cadenas de significaciones, llamadas por los Estudios
Teatrales como eje sintagmático y eje paradigmático, respectivamente
[véase, Patrice Pavis, Diccionario de
teatro, 1998].
[8] Véase Diccionario de retórica y
poética, 1995, México, Editorial Porrúa. SE encuentra en línea.
[9] Para el director colombiano Santiago García “[…] el argumento es la
forma como presenta el tema. Equivaldría a la forma del contenido, siendo el tema la sustancia del contenido”
(García, 1982: p. 43).
[10] Besugo, según Wikipedia, es el nombre común de una serie de especies de
peces.
[11] Véase Gruppo di famiglia in un interno o "Confidencias" (1974) del director italiano Luchino Visconti (1906-1976) [en los años '70 pasaban esta película en los cine-club de aquella época bajo el título de "Cuadro de familia"; pueden encontrar algunas escenas en You Tube].
[12] Léase El proceso de transducción escénica de María del Carmen Bobes Naves; les estoy enviando el texto.
[13] Perder de vista esto es renunciar a hacer visible una gran verdad entre tanta veleidad formal y decadencia imperantes en la escena local.
[12] Léase El proceso de transducción escénica de María del Carmen Bobes Naves; les estoy enviando el texto.
[13] Perder de vista esto es renunciar a hacer visible una gran verdad entre tanta veleidad formal y decadencia imperantes en la escena local.
CENTRO PERUANO DE TEATRO
LOS
SIAMESES
AUTOR: SERGIO ARRAU
DIRECTOR: EDUARDO NAVARRO IBÁÑEZ
Personajes: Alicia y Almendra
Pedro y Pablo
Olga y Olegario
Lugar de acción: Amplia sala de casa
elegante preparada para una fiesta. Hay adornos, bandejas con bocaditos,
bebidas, etc.
VOZ DEL ALMIRANTE BESUGO.- ¡A babor
no, imbécil, a estribor! ¡He dicho a estribor porque a babor hay un iceberg!
¿Qué no lo ve? Acuérdate del Titanic. ¡Girar inmediatamente 28 grados a
estribor! (ENTRAN ALICIA Y ALMENDRA. SON HERMANAS SIAMESAS UNIDAS POR EL TORAX).
ALMENDRA.- ¿Qué le pasa abuelo, que
grita tanto?
ALICIA.- Está más alterado que de costumbre.
ALMENDRA.- ¿Será por el día de hoy?
ALICIA.- No sé
ALMENDRA.- ¿Se acordará?
ALICIA.- Lo dudo. Él ya no
se acuerda de nada.
ALMENDRA.- Pero no olvida creerse el
almirante Nelson. Ahora gritaba algo sobre el Titanic, ¿te fijaste? Y eso paso
en el siglo XX.
ALICIA.- Bueno, si se está acercando a
nuestra época quiere decir que va mejorando.
ALMENDRA.- ¿Tú crees?
ALICIA.- Para algo le aplican
diariamente tres electroshock.
ALMENDRA.- Nunca había gritado tanto. Por suerte lo
atienden bien sus marineros
ALICIA.- Sus enfermeros.
ALMENDRA.- Es lo mismo, ¿no?
ALICIA.- Tengo un mal pálpito, Almendra. Un
terrible presentimiento. Creo… No, estoy
segura de que algo muy grave va a pasar en el día de hoy.
ALMENDRA.- ¿En nuestro cumpleaños? No
seas pájaro
de mal agüero, Alicia. ¿Crees que el Abuelo?
ALICIA.- Ayer decía que su flota se
estaba acercando Trafalgar. Él como siempre comandando en su buque insignia HSM
Victoria.
ALMENDRA.- ¿Y?
ALICIA.- ¿No sabes que el almirante
Nelson, el verdadero, murió en la batalla de Trafalgar?
ALMENDRA.- Pero Alicia, el abuelo no
es Nelson sino el Almirante Besugo.
ALICIA.- Claro, nosotras lo sabemos, pero ¿él lo sabe?
ALMENDRA.- ¡No, por favor!
ALICIA.- Cierto que desde hace un
año estamos preparadas.
ALMENDRA.- ¿Cuándo nos confundió con
prostitutas?
ALICIA.- Si, y de Madagascar,
imagínate que son las peores.
ALMENDRA.- No me lo recuerdes que estoy a punto de
ponerme histérica.
ALICIA.- Ni se te ocurra. No me gusta tener que
golpearte. Quedó bonito todo, ¿verdad? Solo faltan los invitados.
ALMENDRA.- ¿Vendrán?
ALICIA.- Tu siempre con temores. Se te
ha agudizado la paranoia.
ALMENDRA.- Pero ya deberían haber llegado, Alicia.
ALICIA.- Tranquilízate. ¿Quieres un Valium?
ALMENDRA.- No, hoy no lo necesito.
ALICIA.- (SUSPIRA). Un año más de
vida.
ALMENDRA.- Debimos ir a misa en la
mañana.
ALICIA.- ¡Que rápido pasan los años..!
ALMENDRA.- Esta vida mundana se me
hace insoportable. ¿Por qué te opusiste a que entrara en las mercedarias?
¿Prefieres las carmelitas?
ALICIA.- Ni agustinas ni chumbivilcas. He dicho que no
y es no. ¿Qué haría yo en un convento? Lo que quiero es casarme.
ALMENDRA.- Sabes que no puede ser. Es
imposible separarnos… a menos que un milagro.
ALICIA.- Yo confió en las ciencias y
no en milagros.
ALMENDRA.- ¡La ciencia…Bah! Acuérdate
del abuelo antes de creerse Nelson, nos llevó
a las mejores clínicas del mundo.
ALICIA.- Por las puras. Si somos ricas y no puedo
casarme, ¿para qué mierda nos sirve la plata?
ALMENDRA.- No hables así.
ALICIA.- Por último me compro un marido, ya está.
ALMENDRA.- ¡Virgen Santa! ¿Estás loca?
ALICIA.- Yo mando y me casaré.
ALMENDRA.- Pero yo no quiero.
ALICIA.- ¿Acaso digo que te cases tú?
Si quieres puedes irte. Yo no te detengo.
ALMENDRA.- ¡Que maligna eres! Si no
compartiéramos el hígado, el páncreas y el yeyuno hace tiempo que me habría
ido.
ALICIA.- Entonces no friegues. Ándate y yo me quedo con
el hígado, el páncreas y el yeyuno para mi sola.
ALMENDRA.- ¿Y yo con qué me quedaría?
ALICIA.- Con un hueco de este porte. ¿Ir al convento?
¡Ni de vainas! Quiero acostarme con un hombre.
ALMENDRA.- ¡Asquerosa! ¡Repugnante! No
lo voy a permitir. ¿O esperas que asista a tu luna de miel?
ALICIA.- No tienes más remedio.
ALMENDRA.- ¿Quieres que vea todas la cochinadas que
harán?
ALICIA.- Cuestión de cerrar los ojos.
ALMENDRA.- ¡Ah! ¿Y cómo van a hacerlo?
ALICIA.- ¿Qué?
ALICIA.- Ya veremos cómo. Ese no es tu problema.
ALMENDRA.- Me haces la vida imposible,
Alicia.
ALICIA.- ¿Crees que para mí es agradable estar pegada a
ti todo el tiempo, oliendo tú aliento espantoso cuando comes pescado?
ALMENDRA.- ¿Y acaso tú con los
sanguches de ajos que te encantan, crees que hueles a perfume?
ALICIA.- He decidido que esta será mi
noche… Ahora o nunca. Como sea, conquistaré a Pablito.
ALMENDRA.- ¿A Pablo…? ¿A ese…?
¿Estás loca? ¿No sabes que es…?
ALICIA.- Y no te metas, ¿eh?
ALMENDRA.- Dios te va a castigar.
ALICIA.- ¿Más? ¡Imposible!
ALMENDRA.- Aún no te resignas a su
voluntad.
ALICIA.- A su mala voluntad, dirás. ¡Mira que hacernos
así!
ALMENDRA.- Hay que acatar sus designios. Debimos ir a
misa esta mañana.
ALICIA.- ¡Métete la misa por… donde te
quepa!
ALMENDRA.- ¡Alicia! ¡Te vas a
condenar!
ALICIA.- ¿Acaso ya no lo estoy, Almendra?
ALMENDRA.- Te ruego… Te suplico que
celebremos nuestro cumpleaños con alegría.
ALICIA.- Ya está bien. No jodas más.
ALMENDRA.- Se atrasan muchos los
invitados.
ALICIA.- Pablo me dijo que iba a
cerrar su negocio temprano. Ya debe estar por llegar. (SUENA EL TIMBRE). ¡Él debe ser!
(SALEN)
VOZ DEL ALMIRANTE.- ¿Todavía no llega carta de Lady Hamilton? Me preocupa dejarla sola. Es demasiado bella. Miren, allí pasa un barco correo. ¡Abórdenlo inmendiatamente, bergantes, mal nacidos! (ENTRAN PAUL Y PABLO. SON SIAMESES UNIDOS POR LA ESPALDA)
PABLO.- ¡Que gusto... Almendrita, Alicia...!
VOZ DEL ALMIRANTE.- ¿Todavía no llega carta de Lady Hamilton? Me preocupa dejarla sola. Es demasiado bella. Miren, allí pasa un barco correo. ¡Abórdenlo inmendiatamente, bergantes, mal nacidos! (ENTRAN PAUL Y PABLO. SON SIAMESES UNIDOS POR LA ESPALDA)
PABLO.- ¡Que gusto... Almendrita, Alicia...!
ALICIA.- Pasen amigos. Ya empezábamos
a preocuparnos
PAUL.- Es que Gilberto no conoce el
barrio y teníamos que guiarlo.
PABLO.- Creo que nunca ha salido de
Comas.
PAUL.- Para él es como ir a Nueva
York.
ALMENDRA.- ¿Gilberto es su chofer?
PABLO.- Algo así. Siempre tomamos su
taximoto.
ALICIA.- Siéntense.
PAUL.- Costó convencerlo que viniera para acá. Como este
barrio es tan pituco decía que los tombos no iban a parar.
PABLO.- Y tenía razón, una tombita nos
piteo aquí cerca.
PAUL.- Pero al vernos casi se cae de poto y dijo: sigan no más. (RIÉN)
ALICIA.- ¿Por qué no nos dijeron? Pudimos haberles
enviado nuestra limousine.
PABLO.- Si iba a nuestro barrio, no
volvía limousine ni chofer
PAUL.-
Es tal la cantidad de maleantes que hay allá… ¡Horrible, horrible!
PABLO.- ¿Vendrán muchos invitados?
ALMENDRA.- No, muy pocos.
ALICIA.- Les agradecemos que hayan venido.
PAUL.- ¡Como íbamos a faltar, Alicita!
Deje el entrenamiento solo por Ustedes.
PABLO.- Y Yo el negocio, pese a que el
sábado es el dia de mayor actividad.
PAUL.- ¿Y qué me cuenta, Almendrita?.
Siempre tan calladita. La esposa ideal, habla poquito. ¿no quisiera salir
conmigo?
ALMENDRA.- ¿A dónde?
PAUL.- Al cine. O a bailar.
ALMENDRA.- ¡Como se le ocurre!
ALICIA.- Buena idea. Tú te vas con
Almendra y yo con Pablito.
PAUL.- ¡Sale caliente!
PABLO.- Conmigo no cuenten.
ALMENDRA.- Conmigo menos.
ALICIA.- ¿No te gusta bailar, Pablito?
PABLO.- Si, pero… ¿ya olvidaste tu
campeonato, Paul?
PAUL.- Cierto, maldita sea. No puedo
divertirme, porque si no pierdo la forma.
ALMENDRA.- ¿Forma de qué?
PABLO.- De melón. (SE MUERE DE LA
RISA).
PAUL.- Pero a penas gane el campeonato
me voy a desquitar.
ALICIA.- (QUE HA PUESTO MUSICA) Pero
aquí podemos bailar. ¿Vamos, Pablito?
PABLO.- ¿Tu qué dices, Paul?
PAUL.- Es cosa tuya.
ALICIA.- ¡Que! ¿Tienes que pedirle
permiso?
PABLO.- Como es el mayor… mejor baila
tu con Alicia y yo con Almendrita.
ALMENDRA:- No quiero.
ALICIA:- ¿Me tienes miedo, Pablito? Ni
que te fuera a comer. Bueno, Paul, ya que no hay otro, ¡que nos queda! (LO
HACEN. BAILAN, ARRASTRANDO A SUS HERMANOS. ALMENDRA SACA DEL PECHO UN ROSARIO Y REZA. PABLO SACA UN ESPEJITO E
INTENTA SACARSE UN BARRITO).
PAUL.- ¡Qué bien bailas, Alicia!
Pareces profesional.
ALICIA.- Quise estudiar ballet. Mi sueño
era llegar a bailar algún día. El lago de los cisnes.
PABLO.- ¡Ay, igualito que yo!
ALICIA.- ¿Has visto ballet?
PABLO:- Por la tele. Me emociona hasta
las lagrimas la muerte del cisne, cuando moribundo empieza a aletear así. (LO
HACE).
ALICIA:- (BURLONA). Tienes
condiciones, oye.
PAUL:- ¿Tú crees?
ALMENDRA:- Pero condiciones más de
ganzo que de cisne.
ALICIA:- Ven a practicar cuando
quieras. Contrate a un maestro ruso.
PAUL:- ¿Ustedes viven solitas en el
palacio?
ALMENDRA:- Así es. Somos hijas únicas.
Mis padres murieron cuando nos vieron nacer.
VOZ DEL ALMIRANTE:- ¡A babor a toda máquina!
¡Contramaestre, 48 grados a babor! ¿No sabe leer el sectante, pedazo de bruto?
PABLO:- ¡Que tosco! ¿Quién grita así?
ALICIA:- Mi abuelo, el almirante
Besugo.
ALMENDRA:- Estuvo al mando de la
escuadra en el lago Titicaca.
ALICIA:- ¿Qué quieren tomar? Hay
wisky, cognac, ron de Jamaica, pernot, cointreau.
PABLO:- Yo de eso ultimo. ¿Cómo será?
ALICIA:- ¿No quieres mejor un perfecto
amor?
PABLO:- No. Prefiero el coin… ¿Cuánto
dijo?
ALICIA:- Cointreau (LE SIRVE).
ALICIA:- ¿Y tú, Paul?
PAUL:- No me gustan los tragos
femeninos. Quisiera tomar un par de chelas bien heladas.
ALICIA:- ¿Tomar qué?
PABLO:- Cerveza. Discúlpenlo ¡es tan
ordinario!
ALICIA:- En la cocina creo que hay
cerveza. Voy a traer. (SALEN).
PAUL:- Deja de maquillarte, Pablo.
PABLO:- ¿Cuándo me he maquillado?
PAUL:- Mientras bailábamos. ¿Crees que
no te vi?
PABLO:- No me maquillaba, ¿ya? Me
exprimía un granito horrible que me salió.
PAUL:- Eso te pasa por comer tanto pan
con chicharrón.
PABLO:- Tengo que recuperar fuerzas,
pues. Tus entrenamientos me agotan.
PAUL:- ¿Viste las nalgas de Almendra?
¡Buenazas!
PABLO:- ¡Grosero! ¿No ves que es una
muchacha seria?
PAUL:- Esas mosquitas muertas son las
peores. Te apuesto a que si la atraco se derrite como helado. Debe ser más
ardiente que un horno. Y con esas nalgazas deben tener el horno…
PABLO:- No seas chancho, Paul, por
favor. ¿Por qué no te dedicas mejor a su hermana, que tiene pinta de vedette? Y
se la ha agarrado conmigo, la muy puta.
PAUL:- Yo estaría bien con cualquier de las dos. O con las dos, mejor. Las tías son vacanazas. Cagan plata.
PAUL:- Yo estaría bien con cualquier de las dos. O con las dos, mejor. Las tías son vacanazas. Cagan plata.
VOZ DEL ALMIRANTE BESUGO:- ¡Denle 200
azotes al timonel por haberse metido en el canal de Panamá! ¡Vamos de cabeza a
las escolleras, carajo! ¡Enderezar rumbo a Trafalgar, caramba!
PABLO:- Me da escalofríos ese loco
(ENTRAN ELLAS TRAYENDO VARIAS BOTELLAS DE CERVEZA).
ALICIA:- Aquí hay cerveza.
PAUL:- ¿Heladita?
ALICIA:- Al polo. No hagan caso a los
gritos del abuelo. Se pone peor cuando hay cambio de clima.
PAUL:- Ahora sí que la cosa se puso
buena. (TOMA UNA BOTELLA Y LA EMPINA)
PABLO:- Cuida tus modales, Paul.
PAUL:- No jodas. (MIRANDO LA MESA)
¿Quién preparo este bistec? ¿Ustedes?
ALMENDRA:- ¿Bistec? No hay.
PABLO:- Buffet, Paul. Se dice bife y
no bistec.
ALICIA:- Todito lo hicimos nosotras.
¿Qué tal el perfecto amor?
PABLO:- Delicioso.
ALMENDRA:- La verdad es que nosotras
no hemos hecho nada. Todito lo preparo la servidumbre. El cocinero francés se
encargo de los bocaditos.
PABLO:- (COMIENDO UNO). Exquisitos.
PAUL:- A mi estas minucias se me
quedan en la muela careada. Yo prefiero una buena butifarra con harta cebolla y
ají y no vengas a dártela de fino, Pablo. Sé muy bien que preferirías tu
sanguchote de chicharrón con harta grasa, aunque te broten espinillas como
cancha.
PABLO:- ¡Paul!
ALICIA:- Déjalo y come. Estos de acá
son de langosta.
PAUL:- Prefiero los de lancha. (RIE).
Langosta – lancha, ¿no es gracioso?
PABLO:- ¿Y qué paso con los
sirvientes? Porque supongo que tienen, ¿no?
ALICIA:- Les di permiso. No quiero que
nos moleste nadie.
PABLO:- ¡Ay qué miedo! ¿Cuáles son sus
intenciones? (ALICIA MAULLA COMO GATA).
ALMENDRA:- ¡Alicia!
PAUL:- ¿Cerramos la puerta con llave?
(RIE A CARCAJADAS).
ALICIA:- Claro, y empecemos por
sacarnos la ropa.
ALMENDRA:- ¡Alicia! Yo me voy.
ALICIA:- Es broma, tonta. ¿Tomamos champagne?
PABLO:- ¡Ay, si! Me encanta.
ALMENDRA:- A mi también. Me hace
cosquillitas.
PAUL:- ¿Dónde? (PABLO LE DA UN CODAZO
Y SE FROTA EL CODO).
PABLO:- ¡Ay!
ALICIA:- ¿Qué paso?
PABLO:- Este Paul que es más duro que
una piedra.
ALICIA:- Me encantan los hombres
duros.
PAUL:- A sus órdenes, preciosa.
PABLO:- Como es boxeador se lo lleva
metido en el gimnasio. El otro día, boxeando con un negrazo, Paul se dio vuelta
y me llego un puñetazo en un ojo.
ALICIA:- Pobrecito. ¿A ver?
PABLO:- Ya me cure. Aguanto tener que
ir al gimnasio, con ese horrible olor a sudor pero lo terrible es que Paul se
inscribió en el campeonato de los barrios, ¿se dan cuenta? No sé que voy a
hacer.
PAUL:- ¡Como que no sabes! Eres mi
second ¿no?
ALMENDRA:- ¿Qué es eso de second?
PAUL:- Es el que atiende al boxeador
dándole aire, agua, curándole las cortaduras…
PABLO:- ¡Qué asco! Yo no sirvo para
esas cosas. Estar en el ring me aterra.
PAUL.- ¿Me quejo yo por tener que
acompañarte a la peluquería?
PABLO.- ¡Como vas a comparar un
ambiente refinado, con perfume a agua colonia… con el olor a sudor de esas
bestias!
PAUL.- Bien que te gusta.
ALMENDRA.- ¿Y a Ud., Pablo, no se le
ha ocurrido ponerse los guantes?
PABLO.- Yo solo me pongo guantes en
invierno, ji , ji
ALICIA.- Qué gracioso es Pablito.
PAUL.- Salud. (BEBEN). ¿Y? ¿Le hace
cosquillas, Almendrita? (PABLO LE DA UN CODAZO Y VUELVE A QUEJARSE)
PABLO.- Voy a comprarme coderas de
acero y entonces vas a ver… (TOCAN EL TIMBRE).
ALICIA.- Llegaron más invitados.
ALMENDRA.- Ya era hora. (SALEN)
PABLO.- Pórtate bien, Paul, como caballero, por última
vez te lo digo. No hagas el ridículo con las chicas. ¡Se te ve tan ordinario…!
PAUL.- ¡Ay! ¿Quería que viniera de
frac?
PABLO.- Al menos podías haberte
bañado.
PAUL.- Me puedo resfriar. Además
mañana es domingo.
ALICIA.- (ENTRANDO). Pasen… Olguita, Olegario.
¡Qué bueno que hayan venido!
(ENTRA UNA PAREJA DE SIAMESES UNIDOS
POR LA CABEZA LATERALMENTE, EN LAS SIENES)
OLGA.- Disculpen el retraso. Olegario
tuvo que terminar uno soufflés ratonoff para la embajada de
Lituania y eso nos atraso.
ALICIA.- Uds. ya conocen a Paul y
Pablo, ¿no?
PABLO.- (QUE ES MIOPE) ¿Quiénes son?
PAUL.- (EN SECRETO). Los cabezones.
(SALUDOS SURTIDOS).
ALICIA.- Olga y Olegario nos enviaron
una torta maravillosa.
ALMENDRA.- Es una verdadera obra de
arte.
PAUL.- ¡Ah! De veras que Ud. Es
cocinero.
OLEGARIO.- ¡Perdón! Chef.
PAUL.- ¿Y no es lo mismo?
OLGA.- ¡Que ocurrencia! Olegario es
nada menos que Cordon Bleu…
PAUL.- ¡Pobre! ¿Y cómo le paso? ¿Se la
pegaron por no usar condón?
OLGA.- (A ALICIA) ¿Qué dice este
estúpido?
ALICIA.- No le hagas caso.
PABLO.- ¿Ud. También estudio chefería?
ALMENDRA.- No, ella es contadora.
PAUL.- ¿Y qué es lo que cuenta?
OLEGARIO.- Tenemos un restaurante y
ella lo administra.
PABLO.- ¿No cocina?
OLGA.- No sé hacer ni un huevo frito.
Además el olor de la cocina me repugna.
ALICIA.- Pero sírvanse lo que quieran.
OLGA.- ¿No ha venido más gente?
ALMENDRA.- Alicia no quiso que
vinieran más que hermanos siameses. ¡Y cómo somos los únicos que haya en Lima…!
PABLO.- Así estamos en familia.
OLGA.- (MIRANDOLOS CON ASCO). ¿En
familia?
ALICIA.- No queremos gente solitaria
en nuestro cumpleaños.
ALMENDRA.- Que además nos miran como
bichos raros.
PABLO.- ¿Se han dado cuenta que somos
siameses bien poco siameses?
OLEGARIO.- ¿En qué sentido?
PAUL.- En que tenemos gustos y
aficiones completamente distintos.
ALICIA.- Cierto. Ningún hermano se
parece al otro. ¡Qué inteligente es Pablito!
OLGA.- Pero al menos ustedes tienen el
mismo sexo. ¿Saben lo desagradable que es para mí entrar al baño de hombres?
Claro que ya me acostumbré.
OLEGARIO.- Igual me pasa a mí. ¿Te
acuerdas Olga, de la vieja que se puso a gritar? ¡Hay hombre en el baño! Y me agarro a
bastonazos.
ALICIA.- Debería haber baños unisex,
¿no les parece?
OLGA.- Al final llegamos al acuerdo de
entrar un mes al baño de hombres y otro mes al de mujeres.
OLEGARIO.- Cuando toca el mes
masculino, Olga se pega un bigote para disimular.
PAUL.- ¿Y en el mes de mujeres tú te
pones falda?
ALICIA.- Salud.
TODOS.- Salud.
OLEGARIO.- ¿Uds. de donde son?
PABLO.- De Ayacucho. Nuestros padres
eran campesinos.
PAUL.- Cuando nos vieron creyeron que
éramos obra del demonio y nos dejaron abandonados en la puna.
PABLO.- Por suerte nos recogió el
padre Venancio que nos crió más como madre que como padre.
OLEGARIO.- ¿Era maricón?
PAUL.- ¡Cuidado, compadre!
ALMENDRA.- No se meta con Paul que es
boxeador.
OLGA.- ¿Y qué paso con el padre
Venancio? ¿Se murió?
PABLO.- Si. Fue terrible para
nosotros. Entonces entramos a trabajar en un circo.
PAUL.- Recogimos por toda América del
Sur.
PABLO.- Pero la tierra llama y con la
plata que ganamos pusimos una peluquería en Comas.
ALMENDRA.- Alicia, vamos a buscar la
torta.
ALICIA.- Sí, vamos. Es una delicia de
chantilly…
OLGA.- Con Almendras, paté fuá, chifón
perdu y grasnier chocosse con palatin sucré.
PAUL.- ¿Tanta cosa? ¡Caramba, no va a
caber por la puerta! ¿Quieren que le ayude, Alicita?
ALICIA.- No. (SALEN)
PAUL.- Verdaderamente es raro que
ningún hermano se parezca al otro. Casi siempre los gemelos son igualitos.
OLEGARIO.- Es que no somos gemelos,
sino mellizos.
OLGA.- Alicia y Almendra son
completamente distintas.
OLEGARIO.- Lo mismo nosotros.
PAUL.- Almendrita es un amor. Pero su
hermana… Mejor no digo nada.
OLEGARIO.- A mí me gusta Alicia.
PAUL.- A mi también. ¡Cuidado,
compadre…!
OLGA.- No se que le encuentran.
PAUL.- Por de pronto buen poto.
PABLO.- ¡Paul! ¡Compórtate! ¿Dónde
crees que estas?
OLGA.- ¿No sientes como olor a
establo, Olegario?
PAUL.- ¿Habrá entrado una vaca?
OLGA.- ¡No, ya se, es olor a indio!
PABLO.- Habrá entrado una vaca. (ENTRAN
ALICIA Y ALMENDRA TRAYENDO LA TORTA)
PAUL.- ¡Oh, que belleza, Alicia!
OLEGARIO.- ¿Alicia o la torta?
PAUL.- Las dos. Mejor dicho, las tres.
OLGA.- Hay que encender las velitas de
una vez. (ELLA MISMA LO HACE).
PAUL.- ¿Cuántas velitas hay?
ALICIA.- 24
PAUL.- ¡Cómo! ¿Las que faltan se
cayeron?
PABLO.- No seas pesado.
OLGA.-
Vamos a cantar el happy birthday. (CANTAN)
ALMENDRA.- (PARTIENDO LA TORTA) Vamos a servirnos esta torta que se ve deliciosa.
PAUL.- Yo, paso. Prefiero el trago. La
torta me emborracha. ¡Salud!
PABLO.- No tomes mas Paul, que me vas
a emborrachar a mí que soy abstemio.
PAUL.- El trago es gratis, ¿no?
PABLO.- Estas cada vez más
insoportable, insoportable.
PAUL.- Me dieron ganas de orinar.
¿Dónde hay un árbol?
PABLO.- ¡Paul…!
PAUL.- Ya no aguanto. Al fondo a la
derecha, como siempre, ¿no?
PABLO.- Yo no quiero ir… (SU HERMANO
LO ARRASTRA Y SALEN).
OLGA.- ¡Que tipos más repugnantes! ¿De
dónde salió ese par de maleantes?
OLEGARIO.- No es por nada pero es de
lo peor que he visto.
ALICIA.- Pablo es más decente. El
insoportable es Paul.
OLEGARIO.- ¿Decente el marica ese?
¿Cómo los conocieron?
ALICIA.- En un match de box.
OLGA.- ¡Vas al box, Alicia!
ALICIA.- Si, ¿y qué?
ALMENDRA.- ¿Comprenden mi sufrimiento?
Verme obligada a ir a esos sitios, oír insultos espantosos de una turba
grosera…
ALICIA.- (BURLONA). En lugar de
cánticos espirituales.
ALMENDRA.- Es un sacrificio que Dios
tiene que tomar en cuenta.
ALICIA.- Por supuesto, hermanita. Te
vas a ir derechito al cielo.
ALMENDRA.- Si voy yo también irás tú.
ALICIA.- ¿Crees que las almas también
están pegadas? Además el cielo es una lata, con gente rezando y tocando la
lira. (VUELVEN PAUL Y PABLO)
PAUL.- ¿Quién dijo salud?
ALICIA.- ¡Eso! Salud, ¡y que viva la
vida!
ALMENDRA.- No, Alicia, por favor no
sigas tomando.
ALICIA.- Hay que asarla bien cuando se
pueda, ya que al fin y al cabo la vida es una sola, y después de esta no hay
otra.
PAUL.- ¡Esa es de hombre!
ALMENDRA.- Perdónala, Señor, que no
sabe lo que hace… (SE PONE A REZAR)
ALICIA.- ¿Dónde está Dios que no lo
veo?
ALMENDRA.- ¡Quiero separarme de ti!
¡No quiero vivir más contigo! ¡No más!
¡No más!
OLGA.- Tranquila, Almendra.
ALICIA.- No te pongas histérica.
PAUL.- Calma, Almendrita.
ALMENDRA.- ¡Quita tus manos apestosas,
boxeador! Ojala te noqueen, te quiebren la mandíbula, te… ¡Ay, perdón!
OLEGARIO.- Paz Almendra, paz. Créame
que la comprendo y comparto su desazón ante el destino que nos ha tocado.
Pienso que por algo será. Tal vez pagamos injustas culpa de nuestros
antepasados, no sé. Pero creo también que finalmente Dios nos va recompensar.
ALMENDRA.- ¿De veras, ángel?
PAUL.- ¿Ángel?
OLEGARIO.- También con Olga nos
desesperamos a menudo.
OLGA.- Si, queremos operarnos aunque
muramos en el intento.
ALMENDRA.- Para ustedes es posible.
Tienen órganos separados, ¿no es asi? En cambio con Alicia compartimos hígado,
páncreas y yeyuno.
PABLO.- Como nosotros el único riñón,
el colon y el recto.
ALICIA.- El separarse significa que
una de las dos se quedara con los órganos. ¿Cuál de las dos? ¿Lo rifamos? ¿Lo
tiramos al cara o sello?
OLEGARIO.- No se puede.
ALICIA.- De todas maneras la otra…
¡adiós!
PAUL.- Igual pasa con nosotros. ¿Cuál
vive y cual muere? Yo digo que yo, claro, pero me da lástima el pobre
peluquero.
PABLO.- Gracias… ¡animal!
PAUL.- Hay que reconocer que somos
monstruos.
OLGA.- Eso lo serás tú.
PABLO.- La gente nos mira como bichos.
OLEGARIO.- Como que no fuéramos
personas.
ALICIA.- Personas que sienten y aman
como cualquier otra.
PAUL.- Bueno, pero al menos Uds.
pueden darse la gran vida.
ALMENDRA.- ¿Gran vida?
PABLO.- No tienen necesidad de
trabajar.
PAUL.- La pasan bien.
ALICIA.- ¡Idiotas!
PABLO.- No fueron abandonadas en la
puna como nosotros.
PAUL.- Ni trabajaron en un circo como
fenómenos.
ALICIA.- ¡Salud! Aquí no hay más ni
menos afortunados. Hay que olvidar. Hay que soñar. ¡Salud!
ALMENDRA.- Me estoy sintiendo
borracha.
ALICIA.- Mejor.
ALMENDRA.- Quiero vomitar.
ALICIA.- Aguántate. ¡A bailar todo el
mundo!
PAUL.- ¡Eso! ¡Una cumbia de aquellas
que hacen roncha! (BAILAN).
VOZ DEL ALMIRANTE BESUGO.- ¡Los veo!
¡Los veo por el catalejo! ¡Allí está la escuadra enemiga! ¿Ha almorzado la
gente? Muchachos: la contienda es desigual. Nunca se ha arriado nuestra bandera
ante el enemigo. Espero que esta no sea la ocasión de hacerlo.
PABLO.- (A ALMENDRA). ¿Por qué le
dijiste ángel a Olegario?
ALMENDRA.- Porque es igualito a una
imagen del arcángel Gabriel.
PABLO.- Sera por eso es que a mi
también me gusta tanto. (ARRASTRA A PAUL HACIA EL CHEF).
PAUL.- Déjame, mierda, ¿no ves que
estoy bailando? (ALMENDRA TAMBIEN VA HACIA OLEGARIO)
ALICIA.- ¿Dónde me llevas? ¿Al baño?
ALMENDRA.- Voy donde el ángel divino.
PABLO.- Olegario, tú tienes
restaurante y yo peluquería. ¿No quieres juntarlos?
OLEGARIO.- ¿Juntar qué?
PABLO.- Lo que tú quieras, malote.
OLEGARIO.- Zafémonos del marica, Olga.
ALMENDRA.- ¡No te vayas, amor!
ALICIA.- ¡Viva la vida! (INTENTA BESAR
A PABLO). Te amo, porquería de mierda.
PABLO.- ¡Oye..!
PAUL.- Bésame a mi mejor, mamita. Con
el pierdes tu tiempo.
ALICIA.- ¡Sal, asqueroso! (INSISTE EN
AGARRAR A PABLO)
PABLO.- No te acerques, yegua inmunda.
ALICIA.- ¿Qué dijiste? Yo hago lo que
me da la gana ¿te enteras?
PABLO.- Paul, Esta mujer me está
molestando. Olegario, ayúdame.
OLGA.-
¡Córrete, sidoso!
PABLO.- Fea. Las dos son horrorosas.
ALICIA.- ¿Quién es fea?
PABLO.- Las tres, porque la cabezona
es más horrible que todas.
PAUL.- Almendra es preciosa.
PABLO.- Para ti, que eres un idiota.
ALMENDRA.- ¡Arcángel Gabriel,
ven a mí! Te invito a mi casa en la playa.
PABLO.- No le hagas caso, Gabriel. Yo
te llevare donde quieras.
PAUL.- (A ALMENDRA). Y yo a ti.
OLGA.- ¿Quieres no meterte con mi
hermano, indio marica?
PABLO.- Yo no me meto contigo, yegua
horrible.
ALICIA.- ¿Qué dice el repugnante
invertido? ¡Lárgate de mi casa!
PAUL.- No te pongas así, Alicita. Te
juro que en mi próxima pelea me voy a voltear a cada rato para que lo noqueen.
PABLO.- ¡Bruto, bruto! (LE DA
CODAZOS).
OLEGARIO.- Ya oíste peluquero.
Largarte con tu gorila hediondo.
PABLO.- Anda, cállate, cocinero de
chifa y fríete las orejas.
OLGA.- No soporto que un indio hable
así de mi hermano.
ALICIA.- ¡Fuera de aquí los dos
mugrientos!
VOZ DEL ALMIRANTE.- ¡Al ataque, mis
bravos! ¡Ataquen a los franceses con el espolón en ristre! ¡A muerte! ¡Sin
compasión con ellos!
ALICIA.- ¡Sin compasión! (TOMA EL
CUCHILLO DE LA TORTA Y SE LO ENTIERRA A PABLO). ¡Toma, toma!
PABLO.- ¡Ay, me muero!
ALMENDRA.- ¡Que hiciste Alicia por
Dios!
OLGA,- ¿Se muere de verdad? Bien
hecho.
PAUL.- ¡Hermano, no! Mira que si te
mueres tu también me muero yo.
PABLO.- Anda rápido… a que te operen...Te
regalo…el riñón…y todo lo demás. (MUERE)
PAUL.- ¡No quiero morir si antes ser
coronado campeón!
OLGA.- Váyanse al hospital de una vez.
OLEGARIO.- Que los separen sin perder
un minuto.
ALMENDRA.- ¡El chofer, Alicia! Que los lleve en la limousine.
ALICIA.- ¿No te acuerdas que esta de
permiso?
OLEGARIO.- Llamare a la asistencia
pública. A los bomberos… Que vengan médicos, paramédicos…
ALMENDRA.- Paul, tiene que ser
atendido de inmediato.
OLGA.- ¿Paul? Si el que se muere es el otro.
OLEGARIO.- El otro ya se murió.
OLGA.-Entonces al gorila le queda poco
tiempo.
PAUL.- ¡Ay, carajo! Aunque sea en
micro llegare al hospital. ¡Aguanta, hermanito, aguanta! (SALEN)
OLEGARIO.- Pobre. Está perdido. ¿No
sabe que su hermano ya murió?
ALMENDRA.- ¡Cómo pudiste, Alicia!
¡Cómo pudiste cometer crimen tan terrible!
ALICIA.- No sé que me paso. Oí al
abuelo y… ¡El almirante tiene la culpa! Yo no hice más que seguir sus órdenes.
ALMENDRA.- ¿Y ahora que vamos a hacer?
¿Por qué yo tengo que pagar por ti?
OLGA.- No se desesperen, chicas.
Nosotros fuimos testigos de que fue un accidente, ¿No es cierto, Olegario? El
mismo marica se clavo el cuchillo.
ALMENDRA.- Pero eso no es cierto. Lo
mato Alicia. Te va a castigar Dios que lo ve todo.
ALICIA.- Ya no soporto mas. Me voy a
tomar el frasco entero de pastillas para dormir.
ALMENDRA.- ¡No! ¡Así te condenas y me
condenas! Gabriel, por favor, impídelo.
OLEGARIO.- Alicia, no tienes derecho
matar a tu hermana.
OLGA.- Seria un doble… No un triple
crimen.
ALMENDRA.- ¡Hay que salvar a Paul
OLEGARIO.- Ese ya se fregó.
OLGA.- Eso les pasa por meterse con
indios.
ALMENDRA.- ¡Vendrá la cárcel…! ¡La
mazmorra!
ALICIA.- Sera la mazmorra, porque
nunca iremos presas, hermana. ¿Para que sea el tío Hernando en la Corte
Suprema? ¿Y a la prima Eudocia en el Ministerio
Justicia?
ALMENDRA.- Vámonos al convento,
Alicia.
OLGA.- Mejor váyanse fuera del país.
ALICIA.- ¡Eso! A nuestra casa de
Miami.
VOZ DEL ALMIRANTE.- ¡Ayayay! ¡Pardiez!
¡Un cañonazo enemigo me voló el brazo izquierdo!
ALMENDRA.- ¿Y vamos a dejar aquí al
abuelo?
ALICIA.- El está en Trafalgar, bien atendido por sus
enfermeros.
ALMENDRA.- Pero lo han herido.
OLEGARIO.- Cuanto antes se vayan,
mejor. El boxeador las acusará de asesinato.
OLGA.-
No tiene pruebas. Y nosotros, lógicamente, atestiguaremos por Uds.
ALICIA.- Este es el peor cumpleaños
que he pasado en mi vida.
OLGA.- Jura que no tomaras las pastillas, Alicia.
ALICIA.- Lo hare solo por Almendra. No
quiero que le pase lo del boxeador…
ALMENDRA.- ¡Ay! A esta hora ya debe
estar agonizando. (REZA)
ALICIA.- Cállate, ¿quieres? Oigo
llegar a la servidumbre. (A OLGA) No quiero ser descortés, pero ¡lárguense!
OLGA.- Vamos, Olegario. Hasta
prontito, queridas.
OLEGARIO.- Aquí no ha pasado nada. (SE
VAN)
ALICIA.- (ANTE EL LLANTO DE ALMENDRA).
¿Hasta cuándo vas a berrear? ¿No ves que aquí no ha pasado nada, como dijo
Olegario?
ALMENDRA.- Olvidas que Dios lo ha
visto todo.
ALICIA.- El tampoco dirá nada, al
igual que esa gentuza de medio pelo que ya me tenían harta.
ALMENDRA.- El pobre Paul… (REZA).
ALICIA.- Nadie le hará caso, si es que
no se ha muerto ya.
ALMENDRA.- ¡Como puedes ser tan cruel!
ALICIA.- Soy como la vida, no mas y
tranquilízate. Para que veas que te quiero, otro día invitare a tu arcángel
Gabriel. Lo comprare, si es necesario. Ese será mi regalo. Feliz Cumpleaños,
hermanita. Que los cumplas muy felices.
ALMENDRA.- (LUEGO DE UN LARGO SILENCIO). Feliz
cumpleaños. Hermanitas. (SE ABRAZAN).
VOZ DEL ALMIRANTE.- ¡Ay! ¡Me volaron
una pierna! ¡Me volaron el otro brazo! ¡Me volaron la cabeza…!
TELON
No hay comentarios:
Publicar un comentario